En el ideario de Montia, el comensal sale de aquí bien comido ¡y bien nutrido! Vivir la experiencia Montia pasa tanto por disfrutar de los platos del momento como por empaparse de nuestra filosofía, a través de numerosos gestos y detalles que vamos depositando a lo largo del servicio.
El desgarro emocional que deja un incendio no se cura fácilmente. Aún duele el recuerdo de deshacernos de todo el material arrasado por el fuego que habitaba en el interior de nuestro anterior local. Se tiraron por la borda años de vida útil de muebles, vajillas, loza y un sinfín de valiosos objetos. Desde aquel desastre, una vocecita interior nos recordaba que teníamos una deuda pendiente con el planeta.


Y se lo pagamos. A la hora de construir el establecimiento del nuevo Montia fue necesario cambiar el viejo suelo de madera. Enseguida nos nació el deber de lograr darle una segunda vida. De acuerdo con Carlos, @gastroplat éste llevó a su taller unas láminas de un más que dañado parqué y, con la dedicación propia que atesora un espíritu artesano, las convirtió para el asombro general en el mobiliario actual del restaurante.
Los muebles de Montia son un gesto, otro más, para alzar la voz acerca de nuestro compromiso como sociedad con el medio ambiente. Muebles de madera reutilizada que nos recuerdan el equilibrio necesario entre el consumo y el desecho. Unas simples maderas para nutrirnos de ideales y enriquecer la experiencia de visitar Montia.