A las habituales partidas de una cocina, en Montia se suma una más, la del huerto. Limpiar, regar, sembrar, plantar, escardar… son labores que de forma permanente invertimos en él. A cambio de esos esfuerzos, nuestro huertito estos días nos entrega muy generosamente hierbas, flores, buenas energías e inspiración.
Son las hierbas del huerto las protagonistas de este plato de remolacha. Infusionamos con hierba luisa el kéfir de vaca, de la gente de La Cabezuela. La remolacha cocinada a la sal viste el fondo del plato, que coronamos con unas esferas heladas de lepidio.
Sabores vegetales y frescos, más el puntito picante del lepidio con los que buscamos espabilar las papilas gustativas en uno de los interludios del menú.