No es la primera vez que mostramos nuestra admiración por el trabajo del querido amigo Mario Ortiz, en la panadería Brulée. Cada vez que probamos su pan de centeno nos da un vuelco la cabeza. En una de esas catas, y a modo de homenaje, surgió la idea crear en Montia un postre temático en torno al sabor de ese pan.
Para ello, elaboramos un merengue seco con harina de centeno, como si fuera un “macarons”, y lo rellenamos de un helado de pan, creado a partir de una crema inglesa. Acompañamos la galleta con unos puntos de reducción de miel y cerveza, que alargan el juego de sabores amargos y a cereal que el postre propone.
Un postre que, como todas nuestras propuestas en este terreno, nos gusta que conviva en la frontera entre lo dulce y lo salado.